Hace unos años, un empresario me comentó que el mejor Director General que había tenido fue el más vago de todos. Esta afirmación me chocó, y pensé que lo había entendido mal. Cuando lo argumentó, comprendí que tenía razón:
La cantidad de tiempo dedicado a una empresa no siempre es proporcional a la calidad o al éxito final. Por eso es importante llevar una buena gestión de tiempo en tu negocio.
Esta anécdota enlaza con otra historia similar, y muy interesante para reflexionar:
El gerente de una pequeña empresa siempre llegaba el último. Se sentaba en su despacho a leer el periódico y siempre parecía estar muy tranquilo tomando su taza de café. Revisaba los indicadores generales de la empresa, hacía algunas llamadas y reuniones, pero aquella tranquilidad irritaba a sus empleados. Nunca cumplía el horario y era el primero en irse a casa.
Sus compañeros estaban hartos de su comportamiento por su aparente poca implicación. Mientras ellos realizaban horas de más para acabar todo el trabajo, su jefe se iba a casa. Claro está, su sueldo era notoriamente más elevado.
Entre ellos comentaban que, si se enterase el propietario de la empresa de su comportamiento, lo echaría de inmediato.
Los trabajadores dijeron basta
Los meses transcurrían y todo seguía igual. Sin embargo, un día se les acabó la paciencia y los empleados decidieron hablar con el gerente. Se presentaron en su despacho y le reprocharon su poca implicación con ellos y con la empresa.
Pero la respuesta del gerente fue distinta a la esperada: “Mis disculpas si es la sensación que os he dado. Desde hace un año, decidimos dar el salto a la automatización de muchos procesos de gestión. No habréis notado ninguna diferencia en vuestro día a día, pero este cambio me ha permitido liberar tiempo y aprender mucho de esta empresa para que prospere. Algunas decisiones estratégicas no hubiesen sido posibles sin ese tiempo ni esa información.”
No necesitó decir mucho más para que los trabajadores cambiaran su opinión sobre él. Ellos sabían bien que la producción había subido un 12% respecto el año anterior y que se había contratado a dos compañeros nuevos en los últimos 6 meses.
Gerentes ajetreados
Personalmente, visito muchas empresas y en muchos casos veo el caso contrario. Gerentes hiperactivos, colgados de emails, llamadas, tareas pendientes, y que sólo pueden atender urgencias. Parece que muchas veces las cosas urgentes no dejan paso a las necesarias. Pero en medio de todo ese caos, se debe hacer un parón y reflexionar. Valorar la tranquilidad y la paz de la mente para poder funcionar. Muchos directores generales aprovechan los fines de semana. Se dan un paseo o una ducha para encontrar la respuesta a sus inquietudes y preocupaciones en su gerencia.
Esto me lleva a pensar en la importancia de la paz y la tranquilidad. Son necesarias para poder tomar las decisiones más acertadas en un negocio. Pero debemos saber encontrar esas respuestas en nuestro espacio de trabajo y no en el tiempo libre de nuestra vida personal. Es decir, debemos aprender a llevar una buena gestión de nuestro tiempo.
Cómo encontrar un poco de calma
Ahora empiezan las vacaciones. Llega ese oasis tan esperado, donde nuestra mente podrá pensar y encontrar todas las soluciones que no ha conseguido a lo largo del año. Pero también debemos aprender a encontrar esa calma en nuestro día a día, y en ciertos momentos de nuestro trabajo. En mi larga experiencia en la implementación de softwares de gestión para empresas de producción, he visto un salto cualitativo en gerencia. Los directores se han podido liberar de tareas sistémicas rutinarias y centrarse en otras más estratégicas: su gestión del tiempo ha dado un salto cualitativo.
Hay que decir que este tipo de programas, no solo permiten solventar y automatizar la gestión más operativa de la empresa, sino que además aportan los indicadores necesarios para la toma correcta de decisiones.
Ya estamos inmersos en fechas vacacionales, así que no me queda más que desear unas felices vacaciones, y transmitir mis más sinceros deseos de descanso en estas vacaciones.